- Diego, un joven de 16 años, sus únicas obsesiones es emborracharse y drogarse, eso es lo mas le importa hacer en su vida. Su padre es un alcohólico depresivo, lo que ocasiono el divorcio en el matrimonio. Diego se decidió ir a vivir con su madre, ya que era más liberal y no le objetaba sus salidas.
Bueno la historia se basa en este joven. Un día viernes en el colegio tuvo dos pruebas en las cuales le fue pésimo, ya que no le importaba estudiar ni siquiera un poco. Ya se estaba terminando el año en el colegio y Diego solo pensaba en salir con sus amigos. Cuando ya eran las 6:00 de la tarde, se junto con sus amigos, comprando unos tragos para tomárselos antes de ir a algún destino. En la noche se fueron a una casa invitados no por el dueño sino por otras personas, estando allí compraron más tragos y drogas.
No teniendo conocimiento, Diego no sabía que sucedía. Al otro día se despertó en su casa con dolor de cabeza y muy confuso con lo de la noche anterior.
Todos los fines de semana era lo mismo. Tiempo después repitió de curso y entra en depresión. Fue tan fuerte el golpe que llega a un punto que no quiere más drogas ni alcohol. Diego aprendió con su experiencia que para tener futuro tiene que ganarse la vida, pero no haciendo las cosas que él hacia o por lo menos en exceso.
En el año siguiente le fue muy bien en el colegio, hasta logro que sus padres volvieran a como estaban antes.
Los jóvenes en muchos casos no saben ponerle límites al estado de pasarlo bien, la importancia que tiene su familia, lo que tendrán que afrontar en su futuro y casi ni les importa lo que se encuentra a su alrededor. Una de las causa del por que son así es la falta de enseñanza y consejos de los padres.
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